El beso, acción que generalmente consiste en colocar los labios contra la piel o labios de otra persona, o si bien, contra alguna superficie. Preguntándole a una persona enamorada fácilmente te diría que es “el encuentro de dos almas unidas por un sentimiento que… BLA BLA BLA” el amor… algo complicado.
Básicamente, nadie debería seguir consejos de cómo besar, se supone que es algo sumamente espontaneo y que de ser planificada la forma de hacerlo de seguro terminaría en un completo desastre. El beso podría ABRIRLES muchas puertas y muchas piernas también. Lo importante es: escoger el momento apropiado, darle suspenso a la cosa, primero un jugueteo de labios (sin el lavado bucal de buenas a primeras), algunos mordisquitos, luego el popular beso francés (lenguaso por si les es mas familiar) y finalmente terminaría en un buen beso apasionado.
Los labios se pueden encontrar como algo tabú cuando aún no se ha dado el primer beso. Empieza la ansiedad de cómo será ese primer “encuentro de almas”, cómo resultará… un tabú que se acaba después de la primera probada, porque la segunda, tercera y cuarta vienen sólitas. Los tabúes siguientes, pues, serán la primera tocada de nalga, pasando por la primera apretada de bubíes, la primera metida de mano y así sucesivamente hasta que todo ya haya sido tocado, apretado y metido.
Muchos no le dan la importancia que le merece, pero piensen… ¿Qué seria del mundo sin los besos? Nada de la “botellita” en bachillerato, las novelas se llamarían “sivelas” y las películas perderían su esencia, recuerden que para el hombre poder catalogar una película buena al menos debe ver una teta; por el contrario la mujer pide el maravilloso momento del beso de los protagonistas.
Y bueno gente: coman, rían y besen, que con estas dos últimas ayudan a bajar las calorías de lo que se comieron.
¡Buenas noches!
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