martes, 23 de septiembre de 2014

Simonovis, temporalmente, en casa



En la madrugada del sábado, entre gallos y media noche, le fue otorgada al ex comisario del cuerpo policiaco de la Alcaldía Metropolitana de Caracas, Iván Simonovis, una medida humanitaria de manos del TSJ con motivo de la gravedad de su salud.

Variopinta ha resultado la reciente medida. Por un lado se alaba la decisión y señalan, acuciosamente, que el gobierno nunca debió apresar y sentenciar con máxima pena al señor Simonovis. El contrapeso han sido las víctimas del fatídico 11 de abril de 2002 y el resto de los oficialistas quienes tajantemente frente al Dr. Aveledo, en su momento Secretario General de la MUD, manifestaron  su negativa de “perdonar” al ex comisario, claro porque como la demagogia impera se le pregunta hasta al perro qué se debe o no hacer, desconociendo las atribuciones de los órganos de poder establecidos; y aprovechando la poca institucionalización de los mismos.

Por mi parte considero que si alguien requiere un castigo por infringir la ley, no cumplir adecuadamente con su responsabilidad, sin lugar a dudas merece las sanciones correspondientes. No obstante, si existen hechos de envergadura permitidores de la modificación de algunas sentencias resulta imprescindible aplicarlas.

Si Simonovis realmente no anduviera enfermo, entonces el gobierno y el TSJ, que al final son lo mismo, no le otorgarían la “medida humanitaria temporal”; si este hombre falló la justicia del hombre tomó una decisión. Ahora, pretender ilustrar la vulgarísima ley del embudo, o no actuar conforme a las normas establecidas para la protección de los DDHH sencillamente porque quienes ostentan el poder le temen a sus seguidores, me parece un acto atorrante, vil, populista y decadente.


La propia acción y discurso de las víctimas del 11 de abril y sus familiares resulta la consecuencia de un aparataje comunicacional, logístico y psicológico, impulsado por el Gobierno Nacional. En un principio con Chávez a la cabeza, y ahora con el resto de “caudillos” conductores del laureado “proceso revolucionario”.


Si para el sr. Maduro y sus acompañantes en el poder, la medida a favor de Simonovis desata efectos abismales en su contra, bien merecido lo han tenido porque causaron tanta disociación entre la colectividad. Más de diez años han transcurrido luego de los hechos del 2002 y todavía no se esclarece aquel horror ¿Por qué será?, ¿Quizás se deba a que desde el propio Gobierno toda la negligencia y caos ocurrió por la participación de las principales cabezas del poder, especialmente del ex presidente Chávez?


Desgraciadamente el pueblo es quien más perdió. Porque lo han obligado a creer en verdades a medias o mentiras a medias. Lo ubicaron en una encrucijada donde peor resultaba no apoyar “la percepción de las mayorías”; desconociendo si realmente tal percepción tendría verdadero asidero.


Me alegra que Iván Simonovis pueda regresar a su casa a recuperarse, y más emociona saber que si no fuera por la MUD, jamás, jamás, jamás, estaría hoy junto a su esposa e hijos. Así desagrade.




Gabriel Rodríguez

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