Fotografía: La Patilla |
En definitiva, uno de los grandes problemas de la Venezuela actual y del mundo es que al momento de construir las vías vehiculares no se previó el crecimiento constante del número de automóviles todos los años y ¿cuál fue el resultado? lo que los venezolanos llamamos COLA, en otros países es llamado embotellamiento, grandes cantidades de vehículos esperando unos detrás de los otros para llegar probablemente con horas de retraso a su destino.
Es curioso el pensar que los venezolanos tenemos una analogía con las colas, no solo se trata de vehículos, en Venezuela es muy frecuente ver una cola en cualquier lugar y por cualquier motivo; curiosidad y hasta un poco de risa fue lo que me causó el pasado 13 de febrero, un día antes de San Valentín, cuando vi una larga, y cuando digo larga me refiero a muy larga, cola de personas en un establecimiento muy pequeño de un Centro Comercial, dedicado a realizar sublimaciones y donde se fabrican tazas impresas, me pregunté si hasta éste punto hemos llegado ¿será que en algún momento terminaremos haciendo colas hasta para entrar a nuestras propias casas? Las colas se han vuelto parte de nuestra vida diaria, están casi marcadas en nuestro ADN, tenemos que hacer colas en el banco, en el supermercado (MEGA colas), para tomar el transporte público, para inscribirnos en la universidad, para ver el cadaver de Chávez ¡hasta en McDonald's tenemos que hacer colas!
Entonces, tomando en cuenta que las colas forman parte de nuestra vida diaria, de nuestro ADN y es casi un reflejo condicionado del ser humano venezolano y, ciertamente, una publicación en un blog poco ayudará para generar un cambio en la mentalidad de las personas, prefiero explicar las cosas que puedes hacer (y las que no) si te encuentras atrapado en un 'embotellamiento' o en una cola de esas de cualquier momento del día.
Embotellamientos:
Tienes 3 opciones, cuando la gente está atrapada en los embotellamientos, está totalmente resignada a que llegará tarde al trabajo, clases, cita médica y demás compromisos. Lo primero que debes hacer es sacar tu teléfono y explicar que estás atrapado/a en una cola, sí, ésta vez usa la palabra 'cola', si el que te espera es venezolano, entenderá. No lo repitas tres veces a la semana, te tocará salir 2 horas más temprano al día siguiente para llegar a la hora exacta.
Tu segunda opción es entretenerte, saca tu teléfono celular y entretente, comienza a leer Tweets, a ver las noticias con los mismos titulares de todos los días, que ya no asombran, desahógate publicando lo frustrado/a que te sientes (no lo hagas todos los días, la gente se cansa) y si eres mujer, es justo ese el momento perfecto para maquillarse de último minuto, no cuando el semáforo indique luz verde, lo siento pero debía decirlo.
La tercera opción es la más costosa tomando en cuenta la devaluación del Bolívar, sí eres de los emocionales que ven en el volante un saco de boxeo, recuerda lo costoso que te saldrá sustituir la pieza y verás como todas esas ganas de golpearla se van, mantén la calma.
Por cierto, no toques la corneta, no cambiará nada, provocas más ruido y más desesperación.
Colas:
Haz lo que hacen todos los venezolanos, si quieres divertirte, haz un comentario sobre política y que empiece el show.
¡Feliz día, sin embotellamientos ni colas!
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