Pupú, flatulencia, heces, mierda… como les parezca más apropiado llamarlo, de igual manera es indiscutible el gran tabú que rodea este asunto de los excrementos humanos. Es un tema que puede encabezar la lista sobre los temas más tabú y sobre lo cual las personas prefieren no hablar. Fíjense que, curiosamente todos “vamos”, todos defecamos, pero nadie habla de ello. Es una cuestión de pudor y vergüenza. No es un tema de conversación muy común y rara vez se toca en público, ya que para nadie resulta agradable sacarlo a relucir, al menos que sea por cuestiones humorísticas; sin embargo, en dado caso, siempre se hace uso de los eufemismos.
Mas allá de considerar prohibido el desecho fecal como tal, es el olor lo que hace de esta cuestión algo tan escandaloso dentro del diálogo de los grupos. Y citando “Quesos, cosas, casas” de Arjona: “Al final la mierda huele igual sea de príncipe o sirvienta”.
Increíblemente las personas se escandalizan tanto por el hecho de ir al baño como por las propias heces.
En la primera si no dicen que harán del numero “2”, como manera más decente, entonces se vienen con: “Voy a liberar a Willy”, “Voy a hacer aguas mayores”, “Voy a arrugar la cara” y una de las que más me ha asombrado por su creatividad “Voy a escribir corrido”.
En la segunda, las heces pueden ser: “Miércoles”, que básicamente es la más común, o “barro”. ¿Si habrán escuchado tan popular y asquerosa expresión “Se me revolvió el barro”? Seguro que si.
En definitiva, la gente puede ser discreta cuando de hablar de este tema se trata. Estemos claros que es una acción bastante personal, pero obviamente muy NATURAL. El hecho de dejar a un lado el tabú, ayudaría mucho a importantísimas discusiones sobre el saneamiento y estilo de vida que llevan las personas.
No olvidemos que hasta Angelina Jolie y Brad Pitt producen materia fecal por muy perfectos que se vean.
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