Cuando
el ex presidente Chávez llegó al poder la relación con los medios resultó muy
tensa, aun cuando al promoverse los visitó a todos, haciendo gala de su
simpatía y “tolerancia”. No fue sino hasta 2002 a raíz del fallido golpe de Estado
en su contra cuando la intolerancia contra las cadenas principales se apoderó
de su acción.
Bajo
el argumento de una posible salida del poder por culpa de las televisoras, no
bastaba encuentro político al cual el fallecido ex jefe del Estado no
arremetiera contra ellas, y al sentirse amenazado lo recordaba para avivar el
resentimiento social. No fue hasta 2004 cuando producto de una reunión entre
las tres C´s (Chávez, Cisneros y Carter), se produciría una transformación garrafal
en la línea editorial de los canales Venevisión y Televen, despidiendo a los
periodistas más opositores de sus plantas y sacando del aire programas de
opinión, o colocándolos en horarios muertos.
En
vista de este comportamiento sumiso, nada más quedaron RCTV y Globovisión como
las cadenas más críticas y opositoras a su gobierno, ocasionando la no
renovación de la televisora más antigua en 2007 y su cierre definitivo en enero
de 2010 estando por cable; con ello Globovisión ha quedado sola y en aras de
garantizar su permanencia en el espectro ha cambiado su administración y
probablemente su línea editorial.
Con
todo el contexto notamos como ahora el untado de poder no solo por el muerto
sino por una “mayoría” poco creíble, ha decidido reunirse con los dueños de los
canales de tv con el fin de producir transformaciones en las telenovelas y
convertirlas en productos de paz, y evitar la radicalización en los mismos.
Lastimosamente, esto confirma la hipótesis de hacernos cada día más idiotas y
que no contrastemos ni discernamos de lo que se expone en los medios.
En
Cuba las telenovelas no son más que un cuento sobre revolucionarios, aquí no
quieren más historias sobre balas, delincuencia, corrupción y mafias. Si
alguien me pregunta el por qué yo diría, como señalé anteriormente, que como
audiencia no pensemos que lo visto se parece a lo vivido. Y más ahora con tanto
caos.
El
gobierno debería pensar en qué se ha convertido su sistema integrado de
televisoras como ANTV, Vive TV, VTV, Tves, Telesur, Ávila Tv, Catia Tv,
principalmente, que en vez de generar ingresos, pues los gastos son cada vez
más elevados e innecesarios. Se han convertido en empresas mediocres y con una
programación llena de contenido amarillista y burlón que margina a todo un país
sea cual fuere la tendencia pregonada.
Vamos
a ver que tanto nos censurarán esta vez, a sabiendas que medio país hoy es
totalmente opositor al gobierno madurista.
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