Sexo y comida, dos de las cosas que sacian las necesidades y deseos más naturales del ser humano. Pocas personas podrán ser capaces de preferir una cosa por la otra al momento de tener que prescindir por una de ellas.
Cuesta creer de alguien que no disfrute del placer de comer, y bueno, menos aun es creíble alguien que sea incapaz de satisfacerse con el sexo; destacando que no estamos hablando de esta nueva especie que tenemos ahora entre nosotros, la cual no siente ninguna atracción sexual hacia otra persona, sea el genero que sea; los llamados asexuales.
Se habrán cansado de escuchar, que los hombres piensan en un 10% más en sexo que las mujeres. Yo, no es que difiera de esto, pero a decir verdad, con hambre no habrá liguero u hombre bien dotado que valga ¿si o que? Y menos si lo que se tiene en frente es una buena hamburguesa. La tardanza es mirar el queso salirse por los bordes para olvidarse de meternos alguna otra cosa a la boca.
Imagínense la escena: ¿Orgasmos o Hamburguesa?
Para hacer más fácil las cosas y darle un final feliz a esto, que la comida y el sexo se junten es la mejor opción. No tengan sexo en vez de comer (o viceversa), suena mejor: tengan sexo mientras comen, ¿malo?
¡Buenas noches!
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