lunes, 7 de octubre de 2013

El legado de Goebbels ejecutado deficientemente por el gobierno


Jhossep Goebbels, sin lugar a dudas, dejó ricas y vastas experiencias, ejemplificaciones, que posteriormente otros le darían forma y teorizarían, a las distintas técnicas de la propaganda. Muy bien aplicadas y desarrolladas por muchos gobiernos, especialmente de América Latina. No podemos caer en un debate sobre si la propaganda es buena o mala, solo deberíamos detenernos en pensar porqué los gobiernos la dilucidan como la solución a todos sus problemas.

Algunos historiadores consideran que Hitler se aprovechó de las frustraciones del pueblo alemán para llegar al gobierno y acrecentar su poder, pero eso solo es posible con acciones e ideas y ¡vaya que les salió a la perfección! Toda una identidad, simbología y hasta manuales, para ostentar el poder e imponer una misma visión e ideario, una frase tan célebre como: “repetir las mentiras una y otra vez hasta convertirlas en verdad” da sus frutos en todas las partes del mundo. El gobierno de Venezuela no parece estar exento, por el contrario cuanta bajeza hay en el mundo a ‘nuestros estadistas’ les encanta repetir.

Ser sincréticos en el análisis de los conflictos no puede ser una constante. Este artículo no tiene como fin aupar aquello de ‘como él lo hace yo también’ porque bien mal que nos ha ido aplicándola. El propósito es destacar que el gobierno actual maneja toda una gama de técnicas y principios propagandísticos como la orquestación (cada acción se concatena al logro de objetivos), simplicidad (los mensajes tienen que entenderse por todos los grupos humanos), la repetición, creación y recreación de percepciones, transposición (responsabilizar al otro y atacarlo), vulgarización (hacer popular y masivo al mensaje, darle difusión), verosimilitud (varias versiones) y callan cuando no tienen argumentos de defensa.

Fue asqueante aquella cadena vespertina del pasado sábado 28 de agosto donde el ‘Señor Presidente’ se dedicó a amenazar, a decir que el desabastecimiento y escasez no es más que un golpe de Estado y a la instauración del temor por la dictadura mediática, acaparamiento y otras tonterías más, y una vez finalizada su alocución sendos mensajes televisados donde se difunden narraciones de cadenas importantes como CNN (referentes al problema alimenticio en el país) y luego le colocan noticias sobre supuestos ‘acaparamientos’. No conformes con ello, los últimos anuncios de la red pública Abastos Bicentenario, intenta fomentar la matriz de opinión de que en la nación todo se debe a la ‘canalla mediática’, compras nerviosas y una red de sabotaje. ¡Por Dios! Qué un buen cristiano le regale un nuevo cerebro a cualquier ‘inocente’ que se quiera comer ese cuento.

La semana pasada dejé clara mi opinión sobre este asunto; pero no entiendo cómo el gobierno trata de esconder su ineptitud con propaganda. Todo lo resuelve de la misma forma, inclusive el conflicto de la inseguridad. Hasta a Globovisión lo sancionaron otra vez por ‘instigar al terror’ con una investigación sobre la escasez. No será más bien que les duele que se develen los informes realizados, hace tiempo, por el BCV sobre el déficit de producción y la amenaza latente de desaparición de varios rubros.

Acaso cuesta creer que en un país donde estafaron hasta el cansancio al órgano otorgador de divisas, con una devaluación de 45% y que se acrecenta cada vez que hay una nueva subasta del SICAD, con una inflación acumulada de 44% y deficiencias en la electricidad, no van a generarse consecuencias en la comercialización de artículos, que para el caso de los alimentos se importan el 80% tanto sus materias primas como algunos productos elaborados por no existir las condiciones, ni la plataforma para crearlos aquí.

No se puede ser erudito o pitoniso para ignorar esas desfachateces del ‘Señor Presidente’ porque se sabe que es mentira; y si hay alguien que sí comparte su opinión entonces diga porqué hay problemas en todo el país y con tantos rubros; aún cuando ellos todo lo controlan. Porque si fuera un caso aislado podríamos darle el beneficio de la duda, pero no es así.

Pues bien, para despedirme quiero decirles que la propaganda no es mala. Sencillamente no se puede utilizar como instrumento para callar verdades. El gobierno demuestra que hace uso de la misma cuando quiere imponer una matriz política. No obstante ¿por qué no las diseñan con el mismo veneno cuando quieren educar al ciudadano en el buen uso de los parques, paseos y bulevares como el de Sabana Grande? Que por cierto los mensajes que tienen en estos momentos al aire, bien malos que son.

Por ello pienso que el gobierno, aún cuando sigue a la perfección el libreto, comete deficiencias en su propaganda. Los problemas de la comercialización de artículos de primera necesidad y la inseguridad son serios, y no lo podemos ver como otro intento más de un grupito por sacar del poder a estos ‘hijos de la patria’, además cuánta ineptitud demuestran cuando de instaurar valores cívicos se trata. Solo su ambición les interesa.

Gabriel Rodríguez

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