Ante la iniciativa de los movimientos estudiantiles el Gobierno respondió de la misma forma que cualquiera que sea débil y totalitario: con la represión. Utilizando el poder de la Fuerza Armada Nacional, de todas las instituciones a su servicio, de sus grupos paramilitares, de amenazas a los medios de comunicación para generar censura y autocensura y en últimas medidas, demostrada la fuerza que tienen las redes sociales en Venezuela, el bloqueo tecnológico. Intentando silenciar la voz de un pueblo que ahora no tiene más deseos que el de su libertad.
Pero este país no está solo, los ojos del mundo están sobre Venezuela gracias al excelente uso que le han dado muchos venezolanos a los recursos tecnológicos de los que disponen. Por encima de los atropellos a los ciudadanos, la violación a sus Derechos Humanos y la mentira oficial, siempre estará un teléfono para capturar la escena real y desmentir el famoso “todo en Venezuela está de maravilla” tan profesado por los dirigentes oficialistas.
Es precisamente la labor de miles de ciudadanos que utilizan sus teléfonos celulares para capturar, entregar y difundir de forma responsable los hechos ocurridos en el país la que hoy premiamos, felicitamos e instamos a continuar para poder ejercer las denuncias correspondientes y exponer la verdad.
La influencia de las redes sociales es evidente en la construcción del movimiento civil, las plataformas están llenas de contenido relacionado con la situación venezolana, tanto oficialista como opositor. Así como también han servido para que artistas y personajes reconocidos alrededor del mundo demuestren su solidaridad con el pueblo venezolano.
Líderes como Leopoldo López, María Corina Machado y Henrique Capriles aumentaron considerablemente su cantidad de seguidores, evidenciando la necesidad de información de carácter oficial por parte de los ciudadanos activos en las redes sociales, así como las invitaciones a nuevas convocatorias. En contraste, las redes sociales en Ucrania son utilizadas de manera similar a la venezolana, como el principal motor de convocatorias públicas y de llamado a la protesta según un artículo publicado en la web Melty.
Twitter, Facebook, YouTube e Instagram se han convertido en el principal bastión de la libertad de expresión en Venezuela y en cualquier país donde el totalitarismo enganche sus garras, es deber del ciudadano ser responsable al compartir contenidos si no han sido confirmados y verificados. Por esta razón planteo 5 buenas y malas prácticas en el periodismo ciudadano.
5 prácticas buenas (y malas) del periodismo ciudadano.
-Bueno: difundir informaciones confirmadas, con fuente fidedigna e identificada.
-Malo: difundir irresponsablemente informaciones recibidas sin fuente, sin basamento.
-Bueno: confirmar que las fotos y videos recibidos sean actuales. Esto se puede constatar haciendo clic derecho sobre la imagen y seleccionando “Buscar esta imagen en Google”.
-Malo: difundir inmediatamente sin confirmación.
-Bueno: si tomamos fotografías o grabamos un vídeo, colocarle hora y fecha. En el caso de las fotografías, pueden descargar la aplicación FotoAhora.
-Malo: grabar una situación sin ningún tipo de narración, sin fecha sin datos puede generar confusión.
-Bueno: Resguardarse adecuadamente al momento de grabar o fotografiar, no somos de acero.
-Malo: exponerse demasiado, esto puede traer como consecuencia el intento de la guardia de quitarte el teléfono o cámara, o puedes salir herido.
-Bueno: Respaldar todo, descargar vídeos verídicos y usar servicios Cloud Computing para almacenarlos, todas estas evidencias sirven para las reseñas futuras.
-Malo: simplemente lo contrario.
Si todos ponemos en función las buenas prácticas podremos organizarnos y ser más eficientes por nuestro país. Razón antes que pasión.
En el próximo artículo: Alternativas para el bloqueo tecnológico en Venezuela.
PD: Muchas gracias a Oliver Ollarves por sus opiniones planteadas.
José Hernández Krucker
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