lunes, 14 de abril de 2014

No les lavaron la cara, los enfrentaron y les dijeron la verdad



Contrario al pensamiento de algunos, estuvo muy bien que por fin la oposición y el gobierno se encontraran y ante el país la verdadera cara de la dirigencia política venezolana pudiera desnudarse. Lamentablemente tengo mis dudas sobre si rendirán frutos las exigencias hechas, pero lo más importante es que hoy tenemos consciencia de la existencia de un gobierno nefasto y de pantomima que quiere idiotizar a su militancia, negándole la agudización de la crisis política y económica, propiciada por ellos mismos.

Cuando la oposición de forma incisiva señaló que este gobierno “es malo y que son ellos los responsables del avance en las mesas de diálogo” resulta innegable no darles la razón. Y la causa se debe a que ellos detentan el poder desde hace 15 años, y sea quien fuere la cabeza del Estado, por tener esa investidura y responsabilidad, tiene que buscar por todas las vías posibles y en el marco de la ley, la resolución de los conflictos y controversias que puedan generarse. Por otra parte, creer que el TSJ, la Contraloría, el Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo y el CNE no son brazos políticos del gobierno es pecar de estúpido, ni siquiera de ingenuo.


Hoy escribo estas líneas, no para echarle una jaladita a la MUD, engrandecerlos o divinizarlos, no; hoy escribo estas líneas porque me siento satisfecho de que el clamor de la mayoría de los venezolanos (de cualquiera de las tendencias políticas) se escuchó, y se escuchó fuerte, retumbó en el Palacio de Miraflores, y fue un clamor que no se basó en el típico “yo opino”, por el contrario esos “hechos y pruebas” a los que se refirió Jorge Rodríguez se dijeron, se mostraron, y con cifras de las propias instituciones del Estado como el INE o el BCV, y de la ONU presentadas a la nación y al mundo en reiteradas oportunidades.

El evento: en mi opinión un acto tan importante como el ocurrido el pasado jueves, debió iniciar a las 6 de la tarde y no a las 8:15 pm. En primer término porque debe garantizarse que todas las personas puedan ver no solo su inicio sino también la culminación. Este país es flojo para enfrentar circunstancias inéditas o de envergadura, y con tan solo un comienzo pautado a tal hora, con 23 oradores, más los cancilleres y el Nuncio, era fácil determinar una finalización en la madrugada (específicamente a la 1:55 am).



Maduro vs Capriles: Aún cuando parte de la militancia opositora pueda sentirse decepcionada por el gobernador de Miranda, tenemos que reconocer la superioridad discursiva de Capriles en comparación con la del ‘señor presidente’. Fue frontal, directo, explicó los acontecimientos de abril-2013, exigió respeto y la restitución de los políticos destituidos, se dirigió al jefe de gobierno por su nombre y no su apellido, dejó claro que “sí hay dos Venezuela, la de la clase política y la mayoría de los venezolanos” que deseamos mejor calidad de vida, los calificó de “mal gobierno”, y mencionó la gran razón de la crisis: “Nicolás tú eres presidente porque las instituciones que ustedes controlan así lo permitieron, estamos así porque las instituciones no funcionan… la responsabilidad es de ustedes porque son quienes están en el poder y el avance de estas mesas dependerá de ustedes”. En comparación Maduro se dedicó a lo que mejor sabe hacer: hablar de la farándula, de su 11 y 13 de abril de 2002, del ‘comandante supremo’ y otras cuantas bazofias detestables.




Cabello el ruborizado: Henry Ramos Allup y Henrique Capriles desencajaron al presidente de la AN. El pobrecito quedó humillado frente al país, un discurso pobre y carente de sentido, elucubraciones sin orden alguno, muletillas hasta decir ya basta y una molestia innegable cuando bien le dijo el secretario general de AD “los militares bajo las órdenes de los civiles y con el único derecho político de ejercicio del voto, a menos que renuncien a la FAN”. Ese Cabello que grita, juzga y sentencia en un presídium que lo idean más como un estrado, el jueves pasado se sentó en una mesa donde todos eran iguales.





Discursos ideológicos y coherentes: Aún cuando el señor Ramos Allup no es santo de mi devoción les dejó claro al oficialismo la mención de términos inconstitucionales y que se debían a proyectos políticos que niegan la existencia y consolidación del pluralismo, para ello citó y explicó los postulados de Gramsci, Lenin y Marx. Maravillosa la cita de Roberto Enríquez “la nación es la conciencia” y la aclaración de Ramos Allup de que nación, Estado y gobierno no son lo mismo.

La gráfica del poder: el gobierno se ufana en decir que su movimiento es mestizo, obrero, cristiano, de los desposeídos, etc, etc, etc. Cuando veíamos las tomas hechas a la MUD, notabas a indígenas, mestizos, centro-derechistas, izquierdistas y centro-izquierdistas. Ambas fuerzas no son grupos ideológicos homogéneos de izquierda o derecha, sino que representan una variedad palpable entre el propio pueblo. “No toda la izquierda está en el gobierno, ni toda la derecha está en la oposición”, palabras del gobernador de Lara Henry Falcón.

Calidad de los oradores: No me sorprendió para nada la presencia de Aristóbulo Istúriz, Cilia Flores, Diosdado Cabello y Jorge Rodríguez en representación del gobierno. Ellos son sus dirigentes más duros y siempre tratan de ridiculizar a sus contendores. Solo que esta vez no fueron quienes tuvieron la última palabra. Ahora, debo decir que preocupa que el gobernador de Anzoátegui mantenga “que los medios no interesan porque sus dueños son de una oligarquía que responde a sus propios intereses”, es decir: acabemos con los medios, no respondamos a sus exigencias porque para nosotros no son relevantes. ¿Qué opinarán los profesores de comunicación social y estudiantes del área, afectos al gobierno?

Lo más rescatable fue lo señalado por Jorge Rodríguez cuando dijo “ustedes nunca nos han reconocido a nosotros, y no nos legitiman”. Una de las más grandes verdades y señaladas con justa razón por parte del gobierno. Hoy, no se justifica que aún haya opositores que piensen en Chávez solo como un tramposo y no le den el lugar que tiene en la historia del país y su influencia en América Latina, como un líder indiscutible.


Es imprescindible que en la sociedad venezolana, los políticos busquen dialogar, enfrentar y procurar la resolución de los conflictos a partir de un trabajo mancomunado, reconociendo aciertos y desaciertos del otro. No creo que las mesas lleguen muy lejos, pero lo palpable es que el jueves 10 hubo un gobierno con careta caída, y una porción opositora que dejó claro por qué se protesta en Venezuela y sencilla es la razón: un  gobierno nefasto, populista y demagogo amparado por un Estado corrupto y neófito.


Gabriel Rodríguez
@gabo_rodr

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