Este
martes tuvimos la oportunidad de conocer que el próximo 14 de mayo se
reanudarán las sesiones en la Asamblea Nacional, restableciéndole a la bancada
de la MUD su legítimo derecho de palabra, el cual nunca debió habérseles negado.
Sin embargo, parlamentarios como Dinora Figuera del partido Primero Justicia,
ha hecho pública su irrevocable decisión de no acudir al Palacio Federal
Legislativo hasta tanto no les sean devueltas las presidencias otorgadas a principios
de año, de algunas comisiones del ente.
Cuánta
agua debió correr para que estos políticos radicales entendieran, que el Poder
Legislativo es una tribuna en donde deben converger todas las corrientes de
pensamiento, elegidas, democráticamente, por el voto popular de los
venezolanos. En vista de la aberración ocurrida días posteriores a la elección
presidencial, callaron no solo a esos representantes sino a quienes sufragaron
para colocarlos allí y los habitantes de los respectivos circuitos por los
cuales resultaron electos.
Para
colmo de males la comunidad internacional vio con muy malos ojos el acto de
violencia protagonizado por algunos personeros de ambos bandos políticos, con
la mirada complaciente y justificadora del presidente de la AN y de a quien
tenemos dirigiendo los destinos de la nación. Ese acto generó siete diputados
disidentes perjudicados, y cuatro del otro bando. Sin duda alguna no solo las
páginas de los periódicos, portales web y noticiarios rellenaron sus espacios
con esta terrible noticia, sino que tal vez hasta en algunos programas de
comedia se parodiaría tan atroz espectáculo.
Faltan
aún muchas cosas por recuperar, a los diputados deben regresarles las
comisiones de las cuales fueron destituidos como presidentes, para el martes
próximo deberán aprobar una moción donde repudien los hechos de violencia. Por
parte de la bancada psuvista se solicitará el reconocimiento y respeto a los
poderes públicos del país y los parlamentarios de la MUD pedirán la entrada,
nuevamente, de los medios privados al parlamento, que de ser aprobada (cuestión
improbable) significaría una reforma a su reglamento de debates.
Será
muy interesante y trascendental la sesión del martes, en espera de observar
mayor conciencia y reflexión de parte de todos los miembros conformantes de
nuestro Poder Legislativo. Ojalá empiecen a trabajar y a realizar los cambios
necesarios, en aras de crear los instrumentos jurídicos más importantes,
nombrar a las nuevas autoridades del TSJ y el CNE; y por sobre todas las cosas respetar
la pluralidad política tal cual lo establece nuestra Carta Magna en sus
articulados 2 y 6.
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